:¡Hola, papá! ¿Cómo estás? Yo he amanecído bastante temprano para ser domingo, pero no me importa. Así me cunde más el día. Una mañana de frío, de mantita y de camisón calentito con un desayuno en la cama.
Aunque nos parecemos en muchas cosas, en eso sí que no. Tú te levantabas a las 11 y 11 de la mañana y éramos mamá y yo las que te llevábamos el Cola Cao y los bizcochos de la Tahona San Fernando, en la calle Quinta, muy cerca de tu casa natal, las que te lo servíamos.
Tú lo comías reposadamente. Con el tiempo me he dado cuenta que soy exactamente igual. Para terminar cualquier comida, tardo muchísimo. Hasta yo me desespero de ver lo lenta que soy.
Fíjate los deliciosos platos que preparaba de forma espontánea. He elegido un solomillo al hojaldre relleno de bacon y con una cobertura de paté.
Ahora mismo me llega el olor a horno. Mis tripas comienzan a moverse de pensarlo. Tampoco sé el tiempo que ha pasado desde la última vez que lo hice, pero bueno. Todo se andará. Seguro.
No me he asomado a la ventana, pero en la habitación se nota bastante frío. Se está a gusto acurrucada entre mantitas, aunque lógicamente luego habrá que salir a dar un paseo.
Distancia: indeterminada, duración: exactamente igual. En función de lo que pida el cuerpo. Dirección: indefinida. Es lo bueno que tiene Salamanca. Puedes ir de un lado para otro en muy pocos minutos.
Bueno, pituco. Te dejo por hoy, que quiero empezar a hacer cosas. ¡Cuidate mucho y cuida de mi princesa! ❤️
Publicado por