¡Hola, papá! ¿Cómo estás? Yo bien. Aguantando las gélidas temperaturas de la ciudad. Ahora han empezado las lluvias, los cielos grises, como tus ojos, la época donde la gente empieza ya a pensar en la Navidad.
Y por eso hoy he querido rescatar este momento. Mi princesa y yo en nuestra tradicional foto que en la Plaza, todavía sin decoración de la fecha, que este año es una caja con un gran lazo.
Me gusta ver mi cara. Rebosa felicidad a raudales. Subíamos de dar un paseo y el ágora estaba listo para la Nochevieja Universitaria, que lógicamente tampoco este año habrá.
Mamá está muy guapa. ¿Verdad? Quizás por la pandemia lo que más añoro en este momento es cómo le tenía cogida la mano.
Sonreía más tímidamente que yo. Que en aquella época me tenía una pedrada importante. Cualquier cosa era un motivo para celebrar. Una simple foto y un brindis eran pequeños momentos que entonces no valoras y que ahora añoras. Pero bueno. La vida es así.
Me quedo com la ternura y el amor que tuve a mis progenitores. Creo que era igual con los dos.
No hay muchas novedades que contarte, peque. Salamanca sigue más o menos tranquila. Ahora con algo más de tránsito por las calles y el color que le ponen las luces a las calles.
Lógicamente, siempre que veo las guirnaldas se me viene una canción a la cabeza: “All i want for Christmas is you”, la que siempre cantaba cuando volvía feliz a casa con mil historias en la cabeza para celebrar estas fiestas.
Este año no hará falta pensar mucho. Solo que se pasen lo antes posible y que llegue pronto el 2021. A ver si es posible que nos traiga todas las cosas buenas de las que nos ha privado 2020.
Bueno, pituco. Te dejo por hoy, que es la hora de comer y el estómago comienza a emitir pequeños rugidos. ¡Cuídate mucho y cuida de mi princesa! ¡Os quiero! ❤️
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