¡Hola, papá! ¿Cómo estás? Yo bien. En casa. Hoy también ha amanecido un día gris y tristón. Por eso he recuperado esta foto tan divertida
Hace ya algunos años había una aplicación de móvil que te permitía hacer esto. ¡Qué divertido! Convertirte en portada de revista por un día.
Y puedo asegurarte que hice más de una. Me encantaba sentirme modelo, aunque fuera de mentirijillas.
No sé con cuantas revistas probé, pero quizás ésta era una de mis favoritas. Tenía un bronceado precioso, llevaba un vestido de los que siempre me gustaban a mi. Con escote, tirantes…
Patricia, en estado puro. La chica que nunca dudaba de lo que se tenía que poner. La que se comía el mundo y sonreía sin parar.
Patricia, sin más. La felicidad hecha persona. Optimista, vital, inquieta, traviesa y muy divertida. Siempre pensando en zascandilear.
Yo creo que nunca he perdido ese punto de ‘payasa’. La que le gusta hacer cosas imposibles. Y si tienen más riesgo mejor.
Es de lo único que no me arrepiento. De seguir con ese punto de locura que me hace única. E irrepetible. No creo que el mundo aguantara dos como yo.
Me estoy riendo mientras escribo pensando en la cantidad de locuras que he hecho y en las que me quedan por hacer. No sé cuanto tiempo tardaré, pero en cuanto pase todo esto, prometo volver a ser la misma, peque.
Así era feliz y así espero volver a ser. Solo pienso en que todo esto termine bien y ya.
Bueno, pituco. Te dejo por hoy. ¡Cuídate mucho y cuida de mi princesa! ¡Os quiero! ❤️
Publicado por