¡Hola, papá! ¿Cómo estás? ¿Y mamá? Yo bien. En casa. Esta mañana he madrugado bastante y me he ido caminando un buen rato.
Aprovechando la fresca, me fui a ver a los patitos de La Alamedilla. Estaban descansando plácidamente en su estanque.
Me paré un rato a contemplarlos y a disfrutar del amanecer en este lugar donde solo se respira naturaleza y paz.
Hacía mucho tiempo que no visitaba a estos animales bípedos, pero lo cierto es que me gustó bastante retornar a aquel lugar que me trae tantos buenos recuerdos de la infancia.
Siempre es bonito hacer un viaje virtual en el tiempo. Han pasado ya muchos años desde que íbamos de pequeñas con nuestra bolsa de gusanitos y les dábamos de comer.
Como es lógico, había alguno más avispado que cogía más que los demás. Sonreí. Mucho. Era una escena realmente divertida.
Luego continué la ruta hasta que mis piernas dijeron basta.
Hay que salir temprano, porque ahora las temperaturas comienzan a subir y lo que más te apetece es estar en casa tranquilamente.
Se marcha julio. Otro mes más. Aún me parece mentira lo rápido que se está pasando 2020.
Hay gente que dice incluso ya están preparando mascarillas con adornos navideños. Y puede ser que sí. Al paso que vamos, nunca se sabe lo que puede suceder en este año bisiesto tan extraño.
Pero bueno. No hay que perder el sentido del humor y tendremos que seguir mirando hacia adelante con la misma buena cara a lo que nos depare el futuro.
Bueno, pituco. Te dejo por hoy. Si hay alguna novedad te lo cuento. Cuídate mucho y cuida de mi princesa. ¡Os quiero! ❤️
Publicado por