¡Hola, papá! ¿Cómo estás? ¿ Y mamá? Yo bien. En casa. Con este día que ha amanecido en Salamanca donde mejor se está es aquí.
18 de julio ya. Y sin muchas novedades que contarte. Es un sábado tranquilo. Las calles a estas horas están casi vacías.
Con el calor que está cayendo, la gente opta por planes refrescantes como un chapuzón en la piscina o una buena siesta.
Yo ni lo uno ni lo otro. Prefiero guardar un poco de calma para evitar que las altas temperaturas hagan estragos en mi.
Abro Twitter y leo, no sin cierto desamparo, que la Catedral de Nantes ha ardido. Por fortuna el incendio está controlado, pero ha habido un rato en el que te inquietas ante este año un poco loco que está siendo 2020.
Ha pasado un poco de todo. Desde la pandemia, a los numerosos eclipses, el bisiesto… No sé. Está siendo cuanto menos extraño.
Y yo sigo escribiendo tarde. Más de lo que debiera, pero reitero que es difícil mantener la concentración en medio de esta vorágine vertiginosa que nos ha deparado el coronavirus.
Una palabra desconocida hasta hace solo unos meses y que ahora abre buena parte de los informativos, periódicos y medios de comunicación digitales.
Bueno, pituco. Te dejo por hoy. ¡Cuídate mucho y cuida de mi princesa! ¡Os quiero! ❤️
Publicado por