¡Hola, papá! ¿Qué tal estás? ¿Y mamá? También ando tardía hoy, pero ya sabes que el verano me trastoca todos los horarios.
San Fermín ha comenzado con un encierro virtual de Playmobil. Muy bonito, por cierto. Un espectáculo distinto.
Lo acabo de ver en el informativo. No he madrugado. Ya hace muchos años que decidimos quedarnos en la cama y enterarnos después del desenlace.
Atrás quedaron los tiempos en que nos plantábamos como macetas en el salón para presenciar la salida de los morlacos de los chiqueros de Santo Domingo.
Solíamos comer galletas Pims, de esas que estaban rellenas de mermelada y cubiertas de delicioso chocolate. Cualquier pequeño manjar nos servía para dar la bienvenida al día grande de Pamplona.
Mirando Facebook veo que hace tres años que mamá se rompió una muñeca. Subíamos las dos de dar un paseo y al llegar a casa se resbaló en la cama y se cayó.
A pesar de que intentamos mantener la calma, rápidamente nos dimos cuenta de que el hueso no estaba en su sitio.
Una rápida visita a Urgencias y una escayola pusieron remedio a una lesión que le tuvo con el brazo en cabestrillo durante casi 2 meses.
Bueno, pituco. Te dejo por hoy, que con esta temperatura se me funde hasta el teléfono móvil.
Cuídate mucho y cuida de mi princesa. ¡Os quiero! ❤️
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