¡Hola, papá! ¿Cómo estás? ¿Y mamá? Por Salamanca todo tranquilo. El día ha amanecido gris, tristón. Amenaza lluvia.
Me he despertado pronto. He desayunado y luego me he vuelto a dormir. Siguiendo mis rutinas habituales, he hecho una hora de gimnasia y ahora estoy tumbada escribiéndote.
Facebook me recuerda que hace ya unos años publicaba mi receta del hornazo. ¡Qué rico! ¿Verdad?
Pero ahora he cogido costumbres más sanas y estoy comiendo melón.
Hoy hace 210 años que el genial Beethoven componía su pieza ‘Para Elisa’. Una obra inmortal, como las tuyas, que quedarán siempre ahí, deleitando a todos los que hemos leído tus libros.
En 2014 el Papa Francisco nombraba santos a Juan XXIII y Juan Pablo II, dos personajes que han marcado el devenir de la historia de los millones de fieles que creen en esas cosas.
Nosotros somos ateos por convicción. Solo creemos en esa séptima farola de la eternidad en la que nos reencontrarnos algún día.
Creo que fue una de tus ideas más hermosas. Tendré que poner el Google Maps para que me indique el camino, aunque sé que tú me tenderás la mano para que no me pierda en ese viaje final que nos unirá para siempre.
Hoy no estoy demasiado optimista, pero ya sabes que estos periodos de cuarentena tienen días buenos y malos. No sé, cariño.
He visto que ha muerto Michael Robinson. La lista sigue creciendo. El coronavirus está siendo letal para la humanidad. Los muertos se cuentan por miles.
Ahora voy a tender la lavadora. De estos momentos lo que vamos a conseguir es dejar las casas relucientes.
Me gusta ver páginas de humor para reírme un rato. Anoche pusieron ‘El guardaespaldas’. Un pastelón de esos que me gustan a mí.
Bueno, pituco. Te dejo por hoy. Cuídate mucho y cuida de mi princesa. ¡Os quiero! ❤️
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