Hola, papá! ¿Cómo estás? Por aquí todo bien. Con calor otra vez, pero es parte del encanto del verano.
No me voy a extender mucho, porque tengo fiesta con mis amigos del gimnasio y estoy inmersa en todos los preparativos.
Después de que ayer me dieras la pista sobre nuestro próximo viaje juntos, de momento sin fecha, te voy a dejar una imagen que te hechizó desde el primer instante en que los ojos de Judith Mascó, de verde mar, se cruzaron con tus inigualables ojos grises.
No paraste hasta que Jesús, el dueño de Pronovias, te regaló el cartel. Primero estuvo en tu habitación, decorando tus sueños con su belleza infinita. Después fue al garaje, donde continúa y permanecerá hasta el fin de nuestros días.
¡Qué buen gusto tuviste siempre para las mujeres, mi amor! Te casaste con la chica más guapa de Salamanca. Y luego diste la vida a dos hijas, de carácteres completamente opuestos, pero locas de amor por su progenitor, orgullosas de haber tenido al mejor padre del mundo, al más generoso, desinteresado, divertido, culto… Tantas y tantas cosas que no puedo enumerar en un solo texto.
Cuídate mucho mi amor. ¡Te quiero, papá! ❤️
Publicado por